En Honduras, los más jóvenes quieren ser “influencers”

San Pedro Sula

Todo aquel que tenga un dispositivo móvil o cámara y tenga el valor para ponerse detrás podría convertirse en un generador de contenido, “influencer”, “youtuber” o “tiktoker”.

Los hay de todo tipo, están los que solo se graban haciendo cortos clips divertidos, o bailando, o están aquellos que producen contenidos de calidad y educativos.

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Muchos de ellos son profesionales, e incluso docentes que han visto en las plataformas una forma rápida y efectiva de trasladar sus conocimientos. ¿Pero qué hacer si un niño o un adolescente dice que no quiere estudiar porque quiere ser ‘influencer’?

Muchos ya lo son, y no les va mal, pero ahora, los jóvenes lo ven como un oficio del futuro y eso se ve en el resultado de una encuesta realizada a nivel global por la empresa de servicios financieros Remitly con base en las búsquedas en Google que la gente hace sobre las profesiones preferidas. Es así como se construyó un mapamundi de los “trabajos de ensueño”.

En Honduras optaron por la séptima ocupación más predominante: “influencer”.Ante esto, les preguntamos a los lectores de LA PRENSA qué opinan de que muchos jóvenes y niños tengan como aspiración ser “tiktoker”, ya que algunos, incluso, manifiestan que no quieren estudiar para hacer videos y subirlos a las redes sociales.

Las opiniones son diversas, como la de Héctor Contreras que lo ve bien, ya que para él “crear contenido para entretenimiento es un manera de generar dinero y también una libertad financiera”.

También está a favor Patty Zgo: “Todavía no tienen la madurez suficiente para discernir sobre su futuro, pero podrían hacer eso como hobby en sus ratos libres”.

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Entre los que adversan esta idea están, para el caso, Estela Pike, quien señala que “lo que les hace falta son unos padres responsables y comprometidos con la crianza, que fomenten los valores e ideales en el niño. Pero ahora todos están en habitaciones separadas, con dispositivos electrónicos todo el día y falta de contacto familiar, no valoran ni respetan a los adultos mayores, se crían hijos desconectados. No saludan, no respetan, no piensan, no ayudan”.

Ligia Bautista, fundadora de Montessori de Honduras y asesora educativa, señala que cuando los pequeños hasta los seis años manifiestan que quieren ser de “X” o “Y” profesión hay que respetar su autonomía y no alarmarnos cuando manifiestan sus deseos porque en el camino la pueden cambiar.

“Ellos lo que tienen que tener claro es que siempre pueden tener nuestro apoyo, pero siempre bien orientados. Con un adolescente pasa igual. Si usted le dice que no haga algo, más rápido lo querrá hacer. Si mi hijo me está diciendo que quiere ser ‘influencer’ y yo no quiero que lo sea, me tengo que preguntar por qué me dice eso. Lo ideal es acompañarlos, ponerles límites y enseñarles a hacer lo que quieran de una manera constructiva. Decirle que no es crearle esa curiosidad”, expuso.

Por otro lado, Astrid Ramos, directora del Centro de Artes Sampedrano ubicado en la colonia Satélite, señala que no hay mejor fórmula para tener niños y jóvenes sanos, con la mente ocupada en cosas positivas y constructivas que realizar una actividad extra curricular, ya sea en las ramas de las artes, el deporte o la música.

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En su institución hay más de 180 jóvenes aprendiendo alguna disciplina ligada al arte y la música y puede atestiguar lo efectivo que es tenerlos con la mente ocupada.

Esa institución funciona en el sector Satélite desde 2003 y ya cuenta por miles los jóvenes que se han alejado de las malas influencias gracias a que aprendieron a tocar guitarra o a bailar algún tipo de danza.