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La educación convertida en un gueto

La discusión sobre educación en Honduras en un programa de televisión iba muy bien, bastó que entrara en escena el ministro de Educación, Enrique Sponda, para que el contenido de la discusión cambiara. El ministro Sponda hizo como que si los participantes en el programa estaban criticando al gobierno y, lógicamente, su participación estuvo orientada a la defensa del oficialismo, sin dejar de hacer algún señalamiento al pasado, a manera de excusa por lo que hasta ahora se ha dejado de hacer.

La práctica de anular la participación de lo que no es gobierno en la discusión de los grandes problemas del país es lo que no ha permitido, a través de muchas décadas, la elaboración de una estrategia de desarrollo consistente con las necesidades de la población. Cada gobierno tiene su propia propuesta. Ni en educación ni en otros temas se ha tenido una propuesta de nación, de Estado o de país.

Específicamente, la discusión se estaba desarrollando sobre el tema “Cuando la escuela se convierte en un gueto: América Latina tiene las primarias más segregadas del mundo”, tema aparecido en la Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficiencia y Cambio en Educación. Entendiendo por segregación como la concentración de un cierto tipo de alumnado en los mismos centros educativos. Una excesiva segregación puede convertirse en un problema para la igualdad de oportunidades y la eficiencia del sistema educativo. Todavía cuando fui dirigente estudiantil, la educación pública era de mejor calidad y los padres de familia preferían esta a la educación privada, que por cierto no era muy abundante.

En el caso de la enseñanza media, había institutos emblemáticos en cada cabecera departamental; se podría mencionar el Instituto Central en Tegucigalpa, José Trinidad Reyes en San Pedro Sula, Instituto Independencia de Santa Bárbara, Instituto Departamental La Fraternidad en Juticalpa, Instituto Álvaro Contreras de Santa Rosa de Copán, para solo mencionar algunos. Con el tiempo, eso fue cambiando, cuando la UNAH implementó el examen de admisión, las primeras 10 instituciones educativas del país que estaban en la primera línea de los evaluados eran centros educativos privados.

Lo que explica la diferencia entre educación pública y privada, entre otros factores, está dado por las condiciones físicas de sus instalaciones, formación y actualización pedagógica de los profesores, laboratorios y bibliotecas, y algo importante son los controles de calidad y asistencia al personal docente. En muchas comunidades cercanas a Tegucigalpa que he visitado, los profesores llegan a las 9:00 de la mañana al aula de clase y salen a las 12:00 del día. Se terminaron los tiempos cuando el docente vivía en la comunidad.

La Secretaría de Educación no tiene mecanismos para controlar la asistencia y calidad del docente y se evalúa a los profesores por el número de alumnos aprobados y no por la calidad con la que son promovidos al grado superior.

El actual sistema educativo del país reproduce la pobreza y profundiza la desigualdad, promoviendo una educación diferenciada para ricos y pobres. Está aumentando el número de analfabetas funcionales.