Crónica: Hay 26 aldeas en El Merendón y en ninguna hay colegio público

La Prensa Premium se adentró en el corazón de El Merendón. Pasamos 13 ríos y vimos bellos paisajes para llegar a las escuelas sin maestros

Foto: LA PRENSA

Es un territorio de más de 132,000 hectáreas colmado de hermosos paisajes y naturaleza.

mié 3 de mayo de 2023

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El Merendón es para los maestros, lo que La Mosquitia es para los médicos. Salvo raras excepciones, nadie quiere ir allí. Aunque el municipio de San Pedro Sula es más montaña que parte urbana, las comunidades de El Merendón parecieran ser de otro mundo, uno muy distante de la capital industrial, y del país.

Aunque los 26 centros poblacionales y alrededor de 110 comunidades compuestas por pequeñas aldeas y caseríos, no están, en la mayoría de los casos, a más de cuatro horas en un carro de tracción en las cuatro ruedas, los habitantes de la montaña no se sienten parte del municipio más pujante de Honduras, ya que cuentan por décadas, el abandono.

$!El terreno es hostil en El Merendón y para surcarlo se requiere vehículo de doble tracción.

Ir a El Merendón es purificador. Aunque es un extenso territorio de más de 132,000 hectáreas del que el 90% es de San Pedro Sula que ha sido abatido por los depredadores del bosque, aún conserva su verdor.

Si las calles, toditas de terracería, están óptimas, es decir, recién raspadas por un tractor, y los ríos no están crecidos, es posible llegar, para el caso, a la comunidad de Santa Margarita de Guanales o a la San Cristóbal en menos de ese tiempo.

Eso sí, el viaje no es fácil. Ir por Omoa quizá resulte más cerca, pero se perdería la increíble cantidad de paisajes que divisa desde que sale de la colonia La Primavera y se adentra a la montaña.

$!La Prensa Premium atravesó tortuosos caminos que conectan las múltiples comunidades de El Merendón.

Por un lado, las calles son caminos angostos, pedregosos y muy deteriorados. Por otro, hay cuestas empinadas y a los lados grandes abismos.

Desde Gallito, la comunidad ubicada en el punto más alto de la montaña se desprenden varias rutas. Si toma la de la izquierda, donde están las antenas de Hondutel, cruzará varias comunidades antes de llegar al Parque Nacional Cusuco.

En cambio, si va a Tomalá tendrá que atravesar la aldea de Neblinas, un lugar bañado por las nubes día y noche. Toda la ruta es cuesta abajo por una vía donde inevitablemente cruzará ríos, quebradas y riachuelos para poder avanzar. Sea que vaya a pie o en moto, tampoco serán inevitables cuestas, aquellas que pueden desmayar de un tirón a los que no estén acostumbrados a aquellas travesías.

$!El Merendón está colmado de ríos que emulan manantiales.

Al llegar a la vertiente de Tomalá, tendrá que tomar el camino de la derecha y se atraviesa en varias ocasiones el río Cusuco o Frío. En todo el camino a Guanales y San Cristóbal se atraviesan al menos 13 ríos, quebradas y riachuelos, el más grande de ellos, el río Cuyamel, represa arriba.

A lo largo del viaje se aprecian hermosas montañas verdes, con cultivos en curvas a desnivel donde sobresalen las siembras de tomate, chile dulce, y otras hortalizas. Cabe mencionar, que el vaivén de carros de doble tracción cargado de estos alimentos ocurre en dos tiempos, muy de madrugada y al caer la tarde.

El Merendón es el huerto de San Pedro Sula y todos los productos van frescos, recién cortados rumbo a la Central de Abastos, listos para llegar a los mercados, a los hogares de miles de sampedranos.

También la montaña provee vistas fabulosas con extensos sembradíos de hortensias. Si el día es fresco, las nubes lo envuelven el camino, y las ráfagas de viento fresco, lo hacen recorrer el trayecto por una dimensión ajena del sofocante calor citadino.

Aunque recorrer El Merendón resulte cansadamente maravilloso, en el tema educativo, las autoridades locales y nacionales tienen demasiadas cuentas pendientes.

Podrá creer que aún, en pleno siglo XXI cuando la inteligencia artificial se está volviendo parte de la vida cotidiana y en los que la tecnología como tal no da tregua, no exista un tan solo colegio de educación media en El Merendón. Tal cual.

Es decir, allá arriba, todos los niños llegan hasta noveno grado, es decir, lo que antes se llamaba ciclo común. Hay 26 centros básicos, pero de ellos, 16 son unidocentes, es decir, el maestro es “todologo” si cuentan con la suerte de tenerlo, ya que hay cuatro escuelas cerradas porque no hay como pagarles.

$!Son evidentes las falencias en las pocas escuelas de El Merendón, además que en algunas no hay maestros y la mayoría son unidocentes.

Parece increíble, que en el territorio que da vida al 70 por ciento del municipio de San Pedro Sula los niños estén creciendo sin la posibilidad de estudiar un bachillerato, sin tener que dejar el seno de su hogar y la felicidad de vivir en una tierra donde todavía se respira oxígeno puro.