En el Reporte de la UNESCO, 2030: Educación y habilidades para el siglo XXI, se plantea la necesidad de escuchar las voces de los estudiantes sobre lo que ellos consideran que deberían aprender en la escuela. Entre varios aspectos, los estudiantes piden aprender más allá de los tópicos tradicionales,tales como aritmética y la lectoescritura; les interesa aprender a ser críticos, a ser ciudadanos responsables, a conocer sobre el mundo; solicitan aprender a través de modalidades distintase interactivas; piden, sobre todo, que sus voces sean escuchadas. Probablemente, esta declaración de intereses de los estudiantes plantea cierta discrepancia con lasaspiraciones de los sistemas educativos de la mayoría de nuestrospaíses, sobre todo del contexto latinoamericano.
En la actualidad,se plantean enormesdesafíos para garantizar una educación de calidad en los países y en la región. Sin embargo, estas reformas están centradas en los temas educativos de grandesdimensiones: el acceso a la educación, la igualdad de oportunidades, el mejoramiento de la inversión en educación y el fortalecimiento de las instancias que planifican, organizan y dirigen el sistema educativo nacional. Sin duda alguna, el control de estos indicadores es importante, pues determinan el avance educativo de una nación. Es por esta razón,probablemente, que se ha dedicado menor esfuerzo, recursos y energía a provocar los cambios en un nivel más acotado, en el ámbito que se relaciona con la escuela y el aula, con sus recursos y limitaciones, con sus docentes y sus necesidades formativas, con los propósitos educativos y las aspiraciones de los verdaderos protagonistas de todo acto educativo: los estudiantes.
Calidad en el aula, la auténtica reforma de la educación“La educación es un acto de coraje; cobardes y recelosos, abstenerse”. El valor de educar, Fernando Savater.M.A. José Benito MartínezProfesor de Lengua y Literatura. Docente de la UPNFM. HondurasEn el Reporte de la UNESCO, 2030: Educación y habilidades para el siglo XXI, se plantea la necesidad de escuchar las voces de los estudiantes sobre lo que ellos consideran que deberían aprender en la escuela. Entre varios aspectos, los estudiantes piden aprender más allá de los tópicos tradicionales,tales como aritmética y la lectoescritura; les interesa aprender a ser críticos, a ser ciudadanos responsables, a conocer sobre el mundo; solicitan aprender a través de modalidades distintase interactivas; piden, sobre todo, que sus voces sean escuchadas. Probablemente, esta declaración de intereses de los estudiantes plantea cierta discrepancia con lasaspiraciones de los sistemas educativos de la mayoría de nuestrospaíses, sobre todo del contexto latinoamericano. En la actualidad,se plantean enormesdesafíos para garantizar una educación de calidad en los países y en la región. Sin embargo, estas reformas están centradas en los temas educativos de grandesdimensiones: el acceso a la educación, la igualdad de oportunidades, el mejoramiento de la inversión en educación y el fortalecimiento de las instancias que planifican, organizan y dirigen el sistema educativo nacional. Sin duda alguna, el control de estos indicadores es importante, pues determinan el avance educativo de una nación. Es por esta razón,probablemente, que se ha dedicado menor esfuerzo, recursos y energía a provocar los cambios en un nivel más acotado, en el ámbito que se relaciona con la escuela y el aula, con sus recursos y limitaciones, con sus docentes y sus necesidades formativas, con los propósitos educativos y las aspiraciones de los verdaderos protagonistas de todo acto educativo: los estudiantes. Según la UNESCO(2017), toda reformaeducativa debe atender los siguientes aspectos claves: Las voces jóvenes importan, por lo tanto se debe alinear la enseñanza con sus deseos, necesidades y aspiraciones; se debe enseñar lo que el estudiante necesita en sumundo, como individuo, como ser social ycomo persona vinculada al trabajo; se debe enseñar en distintos espacios y formas, se debe innovar la enseñanza; se debe garantizar una educación de calidad en todos los nivelesmediante un enfoque integrado; se deben diseñar intervenciones que consideren las necesidades de laescuela y de los estudiantes;se deben revisar las políticas de capacitación para los docentes; diseñar nuevas evaluaciones de aprendizaje e involucrar a todos los actores relevantes en la formulación de programas y políticaseducativas. Surge entonces la necesidad de otorgar mayor dedicación y protagonismo a los centros educativosy a las aulas.
Si bienel éxito de la enseñanza y el aprendizaje se encuentra fuertemente determinado por los recursos disponibles y por la formación de sus docentes, también es cierto que,para su desarrollo sostenible,se debe procurar mayorindependenciay responsabilidad por parte de las escuelas. Los centros educativospueden, con el apoyo adecuado, desarrollar autonomía y llegar a diseñar susplanes de mejoramiento, sus propios modelos de aprendizajey sus intervenciones educativas,con base enlos resultados de la evaluación y de los factores asociados al aprendizaje.
La calidad educativa se debesustentar en el mejoramiento de la formación docente y el fortalecimiento del centro educativoy solo sepuede justificar a partir de la satisfacción de las necesidades de los estudiantes.Las reformas metodológicas y curriculares, así como la incorporación de mejoras tecnológicas en las aulas, no serán estrategias suficientemente efectivassi no responden y no se adaptan a las necesidades e intereses de cada aula en cada centro educativo.Para que estas adaptaciones sean posibles y relevantes se deben escuchar las voces de los docentes, de los estudiantesy de las comunidades educativas. Solo así las reformas podrán conducir,no únicamente a la elevación de los resultados de aprendizaje, sino que podrán, además, garantizar que una educación pertinente, justa, equitativa y de calidad pueda cambiar positivamente la vida de todos los estudiantes. Ese debe ser el reto y la mayor constatación de calidad de una auténtica reforma en educación.
Referencias: